Un smartphone que no se oye bien

30.6.12



¿En qué momento la producción de celulares dejó de centrar sus esfuerzos en la calidad del audio -su esencia primera- para enfocarse en el mundo de lo visual y productivo; que raramente le correspondía?

La industria móvil ha perdido calidad en lo que realmente se necesita de ésta. La preocupación por los aspectos visuales, conectivos y productivos ha retrasado la evolución en los aspectos auditivos.

Es entendible que el mundo tecnológico y su rapidez demandan mejoras en la batería, la capacidad, los sistemas de conectividad y otras cosas. También es claro que los dispositivos móviles apuntan a una interacción cada vez menos sonora y más del lenguaje visual (mensajes de texto, videoconferencia, multimedia). Pero no por este hecho debe descuidarse lo que hizo y hace útil al dispositivo móvil, su capacidad de transmitir y reproducir audio.

Que así sea menos el tiempo que empleamos en hablar y escuchar, éste sea agradable, entendible, a tiempo real; sin eco, ruido o desfases en la sincronía. Que el video no sea excusa para el audio, que no se tengan que entender las palabras al leer los labios. Que la posición y el tamaño de la bocina y el micrófono sean adecuados. Que no sea necesario gritar, cambiar la posición del aparato con respecto a la cara, o utilizar la mano como amplificador.

La calidad del audio puede y debe evolucionar de la mano de los otros componentes tecnológicos. Los nuevos modelos de celulares deberían abarcar este elemento primeramente. No quisiera comprar un celular por su cámara o conectividad desconociendo su 'calidad auditiva'.

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